Origen del Ciclo Indoor
El origen del Ciclo Indoor sucede a finales de los años 80, cuando el ciclista Jonathan Goldberg (Johnny G), comenzó a prepararse para la carrera The Race Across America. La prueba, de casi 5.000 km, uniría en bicicleta Los Ángeles y Nueva York. Para el éxito del reto, necesitaba de un muy preciso y constante programa de entrenamiento, con un calendario muy riguroso y poco margen de modificación.
Superando adversidades meteorológicas. Origen del Ciclo Indoor.
Las malas condiciones meteorológicas a las que tuvo que hacer frente en sus sesiones, así como un accidente que pudo ser fatal mientras entrenaba de noche, le obligó a encontrar una fórmula para poder seguir preparándose, minimizando los riesgos. Las salidas a la carretera se redujeron en paralelo al incremento de las sesiones en el rodillo en su garaje.
Para hacer más llevadera esas sesiones de rodillo, como la mayoría de la gente hace, las acompañó de música. Con varias sesiones indoor, se dio cuenta que, dependiendo del tipo de música que escuchaba, el entrenamiento variaba en intensidad. Desde ese momento, a la planificación física le unió otra musical, en función del objetivo de la sesión.
Probablemente inspirado por el éxito en los centros deportivos del Aerobic, que popularizó Jane Fonda en 1982 y acercó el fitness al público en general, Johnny G, junto a Robbie Levin, confeccionaron un programa de entrenamiento con el fin de comercializarlo en centros deportivos. Así, en 1987, crearon una empresa llamada Spinning.
Origen de la primera marca de ciclo indoor: Spinning
Los objetivos eran sencillos. Debería poder practicar la actividad todo el mundo independientemente de su forma física. Tendría que ser accesible, sencillo, seguro y divertido. Lo único necesario era pedalear al ritmo de la música que los instructores preparaban.
Spinning, comenzó a colaborar con la marca de bicicletas Schwinn Cycling, para el diseño de una bicicleta estática que simulara, lo más realistamente posible, las sensaciones de una bicicleta de carretera. De esta manera, muchos centros deportivos en Estados Unidos, comenzaron a impartir clase de Spinning con bicicletas Schwinn Cycling.
Poco a poco, la empresa fue expandiéndose por el resto del mundo. Se comenzaron a formar instructores en otros países, y fue multiplicándose el número de practicantes de la actividad. Como anécdota, destacar que los primeros instructores que hubo en España, poco después de formarse, los invitaron a acudir a Suiza para realizar una formación más intensa y, de esa forma, ser los formadores de futuros instructores en España.
Con el crecimiento global de la marca Spinning, el programa sufrió numerosas modificaciones para perfeccionarlo. Una vez al año, se realizaba un Campus internacional, donde representantes de cada país compartían impresiones con compañeros de todo el mundo y estudiaban, y debatían, las modificaciones al programa de entrenamiento. Gracias a estas reuniones y con datos en la mano, se eliminaron las flexiones sobre la bici, los bloqueos, se descendió la cadencia de los tramos en llano, etc.
Consolidación del Ciclo Indoor
Cuando Spinning se encontraba ampliamente instaurado y consolidado, llegó la ruptura con Schwinn Cycling, Los primeros diseñaron su propia bicicleta y los segundos crearon su propio programa casi idéntico que el original. Así se crearon las dos primeras escuelas de ciclo indoor.
A pesar de que ambas marcas desarrollaron su propio programa, y realizaban sus propios campus, las diferencias entre ambos eran mínimas. Eso sí, las actualizaciones seguían siendo constantes y los instructores formados por ambas escuelas, tenían la posibilidad de actualizar sus conocimientos.
Ya a principios de este siglo, la marca de bicicletas Keyser creo su programa (Hot Cycling), con la misma dinámica que las dos originales. Poco a poco, el mercado comenzó a llenarse de marcas con su propio programa de ciclo indoor aunque, desgraciadamente, pocas con el respaldo de las dos originales en cuanto a actualizaciones y estudios.