Los 6 mandamientos para empezar en el gimnasio (y durar más de una semana).
Septiembre y enero son los meses por excelencia de las buenas intenciones. Tanto de empezarlas como de abandonarlas. Muchos son los que se sienten la llamada del deporte y la vida sana, pero muchos son también los que se ven tentados en el camino. El diablo tiene muchos trucos para engañarnos, pero al final casi siempre usa los dos mismos para que nos rindamos (él también es perezoso): el cansancio y la falta de resultados rápidos. No nos engañemos, ponerse en forma puede ser un camino tortuoso y, al principio, cuesta bastante mantener la fe. Pero hay una buena nueva, y esta es que no hay absolutamente nadie que no pueda conseguirlo. Os dejamos unas pautas (no hay que exagerar con lo de mandamientos, tampoco iréis al infierno si no las cumplís), que si las seguís seguro os será más fácil alcanzar el éxito en vuestros propósitos de año nuevo.
1- Objetivos claros, entrenamientos duraderos.
Apuntarse al gimnasio sin saber cuál es nuestro objetivo es la primera causa de frustración y abandono. No es lo mismo querer perder peso, que estar en forma, que ganar masa muscular. Entrenaremos en función de lo que queramos conseguir. A los valientes se les permite tener más de un objetivo, pero lo pagarán con su sudor.
2- Crear un hábito y convertirlo en sagrado.
Si entrenamos solo en los momentos libres que tengamos, es muy probable que abandonemos. Lo primero es seleccionar una hora del día y dejarla libre de toda ocupación. Es tu momento, tu liturgia, tu elección. Respetar tu horario es respetarte a ti mismo. Nada de aprovechar esa hora para hacer la compra, terminar un trabajo o mirar TikTok.
3- Resultados inmediatos, no gracias.
Los primeros días nos cansaremos muchísimo y no veremos casi ningún avance, pero esto es necesario para no hacernos falsas esperanzas. Un planteamiento realista es asumir que en tres meses empezaremos a ver los primeros resultados y que en un año tendremos casi conseguido el objetivo. Y cuando lo obtengamos, los vamos a defender mucho más porque nos los habremos ganado con nuestro sudor.
4- Entrenar menos es entrenar mejor.
Dedicándole 30 minutos muy bien hechos, o 45 medio bien, es más que suficiente. Todo lo que sobrepase eso, no es productivo y nos invita a perder el tiempo. Eso sí, treinta minutos de ejercicio y recuperación efectiva. Además, si concentramos la sesión tendremos menos tiempo para caer en la tentación de hablar con nuestro crush, subir un story, o de ponernos a jugar al FIFA.
5- No metas unicornios en tus rutinas.
La rutina es la serie de ejercicios que tenemos que realizar y hay que ser realista cuando la diseñemos, por eso hay que acudir a un profesional para que nos desarrolle una acorde a nuestra realidad. Todos los centros deportivos lo suelen ofrecer, aunque en los low cost puede que no entre en la cuota mensual. Esa rutina estará adaptada a nuestras condiciones, objetivos y tiempo disponible. Si no eres Jason Momoa ni una de las Kardashian, mejor empezar poco a poco.
6- La avaricia rompe el saco, y las ganas de entrenar al día siguiente.
El cuerpo necesita descansar y recuperarse. No tiene mucho sentido levantar cuatro pesas, luego intentar correr media maratón, y cuando no podamos ni andar entrar a una clase de Twerk. Mejor hacer una actividad bien que varias mal.
Esto son nuestros consejos, que te damos desde el cariño y la empatía que sentimos por todos lo que intentáis empezar a cuidaros un poco más. Los sigas o no, siempre tendrás abiertas las puertas abiertas de Cyclindoor para ayudarte en todo lo que podamos. ¡Nos vemos!