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Entrenar en Navidad

 

 

Muchos consideran que entrenar en Navidad es una utopía, pero simplemente adoptando unos pequeños hábitos en estas fechas de copiosas comidas puede hacer que mantengas la forma. Aunque este año sea atípico, de todas maneras va a ser complicado poder mantener la misma rutina de entrenamiento y alimentación consolidada durante el año. Aunque no esto no sea una buena noticia, tampoco tiene que ser mala. Si hemos mantenido unos buenos hábitos, un pequeño relajamiento en el entreno físico y algunos excesos no nos pasará excesiva factura. Antes de continuar, destacar como siempre que nos dirigimos al usuario medio de gimnasio y no a “profesionales” que buscan objetivos más estrictos tanto en tiempo como en resultado. Además como comentamos en otra de nuestras publicaciones, ahora es más fácil entrenar ciclo indoor en casa.

Entrenamiento en Navidad

Lo ideal sería mantener los mismos como si no fueran fechas extraordinarias, pero hay que ser realista y saber que entrenar en Navidad al mismo ritmo es muy complicado. Sin embargo, y a pesar de lo que algunos piensan,  nunca debemos caer en el error de incrementar los mismos para compensar los excesos nutricionales de estas fechas. De hacerlo, lo único que conseguiremos es incrementar nuestro cansancio con casi inexistentes resultados extras.

Entrenar en Navidad

Si por cansancio no podemos mantener la intensidad, podemos entrenar  en Navidad durante el mismo tiempo, pero a un ritmo de pulsaciones menor. En el caso de nuestras clases de ciclo indoor o spinning, probablemente el instructor tenga preparadas sesiones menos exigentes. Si entrenamos con pulsómetro, siempre podemos trabajar a una frecuencia cardiaca un poco inferior a la exigida. Eso sí, dos reglas de oro debemos tener en cuenta: la primera es que siempre debemos mantener la cadencia de pedaleo propuesta y, la segunda, que ese esfuerzo inferior lo marquemos antes de la sesión y lo mantengamos. No sirve cambiarlo en función de nuestras sensaciones durante la clase.

Por último, si por cualquier motivo nos es imposible acudir a clase los días previstos, podemos sustituir ese entrenamiento modificando ciertas conductas cotidianas. Por ejemplo, intentar caminar a un ritmo ligero en vez de acudir a clase. Esto se consigue de manera más sencilla de la que pensamos, con pequeños actos como aparcando el coche y caminando o subir las escaleras de casa andando. Evidentemente, no es lo mismo, pero seguro que si dejamos el coche en casa, y medimos el tiempo que caminamos, a lo largo del día hemos hecho el mismo, o más ejercicio aeróbico que en una clase de spinning.

Alimentación

Recuerdo que hace algo menos de diez años, cuando me inicié en serio con el entrenamiento y el spinning, y corregí algunos hábitos alimentarios, mi entrenador me dijo “si el sábado te vas a comer con tus amigos, come lo que te de la gana, pero solo el sábado”. Un poco podemos aplicar aquí lo mismo.

Al igual que en el punto anterior, lo ideal sería no cometer excesos. Pero eso es una tarea casi imposible, y nos puede causar hasta ansiedad. Por lo tanto, la recomendación sería cometer el exceso, pero ser consciente que lo estamos haciendo. No es lo mismo uno, que cinco; ni cinco que diez. Si podemos evitar alguno, mejor. Si no podemos hacerlo, no pasa nada, pero cuando podamos hacerlo, que existirán muchos momentos que no tenemos comida familiar, ni con amigos, y estamos solos ante la nevera, tener en cuenta los excesos que hemos cometido, y vamos a cometer, y nos cuidemos un poco en ese momento.

Un error muy frecuente es no comer nada para “compensar” el exceso. Si no tenemos hambre, no tenemos hambre. Pero si sí que tenemos, no “forzar” el ayuno porque no se obtiene ningún beneficio, y sí podemos perder masa muscular. Es mucho mejor comer sano en ese momento, asumir que algún kilo vamos a coger, y que ya lo perderemos cuando acaben las fiestas.