Entrenar Ciclo Indoor II
Rutinas en el aula
En nuestra anterior entrada, «Como empezar a entrenar Ciclo Indoor», ya te dabamos una serie de consejos y recomendaciones a la hora de iniciarte en este deporte. En esta segunda entrega, entrenar ciclo indoor II, nos centramos más en como afrontar ese inicio ya desde dentro de la sala y sus posteriores sesiones a la primera de iniciación.
Entrenar Ciclo Indoor. Rutinas en el aula
Intenta acudir un poco antes a la sala, familiarízate con ella. No te olvides ni el agua ni la toalla. Cuando entre el instructor, acércate e indícale que es tu primera clase. Si tienes alguna lesión o dolencia, comunícaselo. Él o ella te dará las primeras instrucciones. Te explicará, muy por encima, como realizar correctamente la actividad. Probablemente te animará y te pedirá que, simplemente, disfrutes y que durante los primeros días el objetivo se limita a que te acostumbres a la actividad, que no te va a exigir nada, y cuando lleves tres o cuatro clases, será momento de ir aumentando la intensidad.
Una vez que empiece la clase, no pares en ningún momento. Si hablamos de ciclo indoor, cuando creas que no puedes más, reduce resistencia o baja el ritmo, pero no te detengas en ningún momento. Si lo haces, luego te costará más ponerte en marcha. Por supuesto que ni se te ocurra irte a mitad de clase. Si lo haces, acabaras encontrando siempre una excusa para hacerlo. En cambio, si continuas en clase cuando crees que no puedes más, te demostrarás que realmente SÍ que puedes y que aguantas mucho más de lo que crees. ¡Esa es tu baza!
Pide ayuda a tu monitor. Nunca abandones
Aunque no lo creas, el monitor te estará observando constantemente para comprobar que todo va bien, corregirte posiciones y posibles errores. Si tienes duda a mitad de clase, levanta la mano y acudirá para resolverla. Pero, insistimos, no pares en ningún momento.
Cuando menos te lo esperes, la clase habrá finalizado. Ese es el mejor momento en muchos meses, con diferencia. El cansancio recorrerá tu cuerpo de arriba abajo. Probablemente, la camiseta estará empapada. Pero, dentro de ti, estará la satisfacción de saber que lo has conseguido. Ahora solo queda continuar e ir mejorando día a día.
Al día siguiente las agujetas serán palpables. Que eso no te impida modificar tu hábito. Si dejamos de ir a clase porque tenemos agujetas, o porque tenemos doloridas ciertas partes tras una clase de ciclo, cuando volvamos a realizar la actividad nos volverá a pasar lo mismo. Por lo tanto es mejor continuar con el planning previsto aunque nos cueste un poquito.
Por último, cuando yo me saqué el carné de conducir, mi profesor de autoescuela me dijo “te voy a enseñar lo mínimo que tienes que hacer aparcando para aprobar el examen, cuando lleves veinte años aparcando cuatro veces al día, sabrás aparcar”. Aquí, al entrenar en Ciclo Indoor, es un poco parecido. No te harán falta veinte años, pero, en unos meses, dominarás todos esos movimientos que parecen imposibles.