¿Cuál debe ser la duración de las clases en Ciclo Indoor? Todo tiene una explicación. Partamos de la base que este artículo, así como la mayoría de los descritos en este blog, van dirigidos a “deportistas aficionados”. ¿Qué entendemos por “aficionados”? simplemente los que realizan alguna actividad física sin mayor pretensión que perder unos kilos, estar un poco más en forma, escapar del sedentarismo, etc. Por lo tanto, alejamos a los “profesionales”, que son los que buscan un objetivo concreto tanto en rendimiento como en tiempo, como puede ser correr una carrera exigente en una fecha determinada.

Aclarado este concepto, destacar que la diferencia principal entre ambos grupos, lo encontramos en una exigencia un poco menor respecto a tiempo, por lo que primamos retrasar unas fechas la consecución del objetivo, a cambio de una mayor comodidad de entrenamiento y un incremento notable en la posibilidad de éxito. Dicho de otra forma, si el objetivo es, por ejemplo, perder cinco kilos, este se puede conseguir en un mes, con un exigente entrenamiento, o en tres con uno más progresivo, más cómodo y, por consiguiente, con muchas más posibilidades de éxito.

¿Cuál debe ser la duración de las clases de Ciclo Indoor?

Los motivos fundamentales para fijar en ese tiempo la duración de las clases, suelen ser dos. Uno operativo del centro y otro de optimización de resultados.

Operativo

Respecto al operativo, por norma general, las clases suelen ser continuas. Al finalizar una, comienza otra y hasta es posible que con cambio de monitor. Una vez finalizado el calentamiento y la parte principal, a esos 35/40 minutos que comentamos, hay que añadir la vuelta a la calma. También los estiramientos, vaciar la sala, repasarla, que entren los de la siguiente sesión, se coloquen en la bici y se preparen para comenzar la sesión. En caso de prolongar la misma, todo el proceso desde la vuelta a la calma hasta que el siguiente grupo esté preparado, se reduciría notablemente por lo que ocasionaría un trastorno operativo.

Optimización de resultados

Si hablamos de la optimización de resultados, que considero es el aspecto más importante, diversos estudios marcaron entre 35 y 40 minutos la relación óptima entre beneficio y cansancio. Cuando nosotros salimos a correr, y partimos con un ritmo de 6 min/km, cuando llevemos 6 minutos habremos recurrido un kilómetro; en 12 minutos, dos kilómetros; en 18, tres; ¿en 24 cuatro kilómetros? Puede ser; pero seguro que los cinco kilómetros ya nos vamos a 30’10’’; y los seis en 36’30’’

Esto es debido a que el cansancio nos impide mantener el mismo ritmo. Cuanto más nos ejercitamos, más nos cansamos y menos beneficio obtenemos. Cuanto más en forma nos encontramos, más retrasamos ese cruce de curva entre cansancio-rendimiento que, inevitablemente, acabará llegando.

Cada clase de ciclo tiene un objetivo concreto. Si seguimos correctamente las indicaciones del instructor tanto en ritmo como en resistencia, esos 35 o 40 minutos son más que suficientes. Si la clase “nos sabe a poco”, puede ser o porque el objetivo de la misma era baja, o porque es necesario incrementar la resistencia general en las sesiones.